Núria Coll es periodista fundadora y directora de etselquemenges.cat (2011) y soycomocomo.es (2013), la revista en línea que difunde los conocimientos sobre nutrición avalados por dietistas y nutricionistas de forma rigurosa, contrastada e innovadora.
Le interesa la alimentación y nutrición desde hace años y defiende un periodismo más especializado en el campo de la salud. Colabora con el programa Viernes de TV3 y a La Tribu de Catalunya Rádio. Es autora de la novela Todos los lugares me recuerdan a tú, publicada por Columna Ediciones.
La primavera es un buen momento por desintoxicar el hígado. Recomendamos un aumento del consumo de verduras crudas, crucíferas, por ejemplo, germinados e infusiones de diente de león, bardana, cardo mariano o alcarchofera. Y también el jengibre, la canela y la albahaca
Podemos hablar de dieta depurativa, pero no soy partidaria de jefa otra dieta como tal. Creo en una dieta sana los 365 días y, si promocionamos algo…, conseguir que la gente viva 24 en el día healthy, cada día de su vida sea qué sea el momento del año.
El mejor es ir cambiando los alimentos más de invierno, como los almuerzos densos, compuestos de cereales como los porridge, por propuestas más ligeras como fruta o kéfir de cabra. Es bueno aumentar bastante y paulatinamente el porcentaje de alimentos crudos a lo largo del día y, el más importante, incorporar las verduras y frutas de temporada.
Hay un gran debate alrededor de los superalimentos. A mí me gusta el concepto porque ayuda a poner de moda alimentos muy sanos como la col verde, el jengibre, la chía o la cúrcuma. Me gusta que tanta gente los incorpore a su día a día porque son nutricionalmente muy potentes. No hace falta tomar muchos suplementos o polvo de superalimentos lejanos y difíciles de incorporar a nuestros platos. El jengibre se puede poner a láminas a cualquier wok de verduras, la chía encima de las tostadas del almuerzo o molturación encima de las ensaladas y, con la cúrcuma, un grande antiinflamatorio, podemos hacer un aceite de cúrcuma y pimienta negra y aliñar así nuestras verduras, como la col verde, una de las crucíferas más potentes en sulforafano.
Nos aportan nutrientes que, por la alimentación que llevamos actualmente –prisas, comer fuera y tantas despensas llenas de botes y paquetes–, no podemos adquirir a través de las frutas, verduras, legumbres y proteínas animales, o que por culpa de los tóxicos emocionales y ambientales necesitamos todavía más. Muchos de nosotros tenemos falta de vitamina D, imprescindible para tener una buena salud, o tenemos una flora malograda y nos puede ir muy bien un probiótico.
Sí, hay farmacéuticos con estudios de dietética, nutrición ortomolecular o fitoterapia que están muy bien preparados.
Gracias Núria Coll por tus respuestas.
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