Salud

Dolor dental: ¿qué podemos hacer?

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El “dolor de muelas” es la expresión coloquial que utilizamos cuando sentimos un dolor que se origina en la zona de los dientes, las encías, o en la mandíbula que soporta a los dientes o a las muelas. Es un dolor que origina muchas consultas en la oficina de farmacia, ya que es un dolor muy molesto y puede llegar a interferir con el sueño o con las tareas diarias. La mayoría de las veces es un dolor agudo, es decir, de comienzo súbito, y pocas veces se deja pasar más de uno o dos días antes de consultar al farmacéutico. En la farmacia siempre te ayudaremos a aliviar el dolor y trataremos de evitar que tu problema empeore, pero el tratamiento de la causa de fondo la indicará el dentista. El dolor dental indica que “algo no está bien” y debe ser el dentista el que valore exactamente qué es lo que está sucediendo, ya que los diferentes diagnósticos darán lugar a diferentes tratamientos.

Pero, ¿por qué pasa el dolor de muelas? Para entender las causas de este dolor debemos saber antes cómo está formado un diente.

Dolor de muelas: ¿cómo es un diente y por qué pasa?

Dolor de muelas: partes de un diente

Un diente está formado por varias partes:

  1. La corona es la parte visible, la que se ve cuando sonreímos y la que utilizamos para masticar y morder. Aunque no lo veamos, el diente continúa hacia abajo. Como la corona está expuesta a las agresiones de la comida y de las bacterias, la parte exterior está recubierta de un material llamado esmalte, el cual da al diente una resistencia especial para poder cumplir con su función. El esmalte no tiene terminaciones nerviosas, por lo que no duele. Por debajo del esmalte están la dentina y la pulpa, que son tejidos que conforman la estructura interna del diente y que sí tienen terminaciones nerviosas, por lo que un estímulo en estas zonas es capaz de causar una sensación dolorosa.
  2. El cuello es la unión de la corona con la raíz, a la altura de la encía.
  3. La raíz es la parte invisible del diente, la que se inserta en el hueso. Como normalmente no está expuesta, no tiene esmalte para proteger la raíz, sino que la dentina se adhiere al resto de la mandíbula a través del cemento.

Una dentadura sana sólo tiene las coronas expuestas a la cavidad bucal, y como las coronas están bien recubiertas por el esmalte, en un diente sano no debe haber sensación de dolor. Una causa frecuente de dolor dental suele ser la exposición de la dentina debido a caries o sensibilidad dental.

Dolor dental: la caries

La caries es una enfermedad causada por la destrucción de los tejidos dentarios debida al ataque de los ácidos de la placa bacteriana. La mala higiene luego de comer hace que los restos de comida que no han sido cepillados sean metabolizados por nuestras propias bacterias bucales, creándose ácidos que atacarán el tejido dentario. El esmalte y la dentina son sensibles a los ácidos, por lo que el continuo ataque ácido hace un agujero en el diente. Eventualmente la destrucción del esmalte llevará a la exposición de la dentina, que será responsable de la sensación de dolor.

Al inicio de la enfermedad la caries causa un dolor leve o moderado cuando hay sensación de calor, frío, o al masticar dulces, y suele desaparecer una vez que el estímulo desaparece. No es un dolor relacionado con el acto mecánico de la masticación, sino que aparece cuando la comida caliente, fría o dulce “toca” la dentina, y en cuanto quitamos la comida o bebida de la caries el dolor desaparece. Pero si se deja la caries sin tratar el dolor es cada vez más intenso, ya que la caries se hace cada vez más grande y queda expuesta cada vez más dentina. Si este proceso no se detiene puede incluso llegar hasta el centro del diente, la pulpa, y ahí el dolor es más importante.

Este problema se resuelve cerrando la caries en el consultorio del dentista, y cuanto antes se vaya a la consulta, mejor; una caries pequeña y superficial se arregla con más facilidad que una caries que ha llegado a sitios más profundos.

Dolor dental: periodontitis

La periodontitis es una inflamación de la encía que está alrededor del diente, que puede llegar a cursar con dolor en la zona. Se origina por una gingivitis sin tratamiento: por eso, si notas pequeñas molestias o sangrado en la encía (gingivitis) no las dejes pasar sin consultar con un profesional de la salud. Si descuidas una gingivitis con el tiempo puede transformarse en una periodontitis, e incluso puede causar la pérdida de los dientes de la zona afectada. El tratamiento de la periodontitis lo indicará el dentista, pero suele incluir limpieza y desinfección de la zona afectada y, en los casos peores, puede requerir cirugía. Y si hay infección, el dentista puede recetar antibióticos: cual y cuántos días dependerá de la evaluación que haga.

En caso de tener gingivitis, te recomendamos usar pastas para gingivitis, en concreto te recomendamos Vitis encías o PHB encías.

Dolor dental: hipersensibilidad dental

La hipersensibilidad dental es una condición que se da cuando, por algún motivo, la dentina queda expuesta al aire, la saliva y la comida, causando dolor. Puede pasar, por ejemplo, por debilitamiento del esmalte que no llega a causar caries o por retracción de la encía, que deja expuesta una zona de dentina que normalmente no estaría expuesta. El dentista suele recomendar pastas, geles o colutorios que refuerzan el esmalte y bajan la sensibilidad dental. También puede recomendar productos que devuelven la salud a la encía, evitando su retracción.

Te recomendamos las pastas de dientes: Bexident Dientes sensibles y Desensin repair.

Dolor dental: abscesos

Un absceso se produce cuando se acumula pus en o alrededor del diente, causando dolor. Se produce a consecuencia de una caries no tratada, una lesión, o incluso luego de algunos tipos de tratamientos que posibilitan la infección de la zona tratada. El dentista puede drenar un absceso, tratarlo con antibióticos, o si la pieza no fuera rescatable puede retirarla.

¿Y qué puedo hacer con mi dolor de muelas hasta ir al dentista?

Acércate a la farmacia, que te ayudaremos con el dolor. El tratamiento final curativo debe determinarlo un dentista, pero hasta que te pueda atender podemos recomendarte algunas cosas, dependiendo tu caso.

  1. Para empezar, puedes utilizar paracetamol o ibuprofeno para calmar el dolor.
  2. Para calmar los dolores súbitos existen productos anestésicos, que dormirán el dolor durante un tiempo corto, hasta que el estímulo que lo causó desaparezca. No se deben utilizar para mantener el diente dormido constantemente, sino que son un “rescate” en caso de dolor súbito, y apoyan el tratamiento de los analgésicos orales.
  3. Existen preparados locales que evitarán que un posible inicio de infección o inflamación de la encía vaya a más, como los basados en tirotricina o clorhexidina.

No te conviene pedir antibióticos sin receta en la farmacia, y el caso de dolor de muelas no es una excepción. No corresponde utilizar antibióticos hasta no hablar con el dentista o ir a visitarlo, ya que la hipersensibilidad o la caries sin infección no requerirán uso de antibiótico, y es difícil definir esa necesidad sin una evaluación de la zona afectada y sin información clínica del paciente. Utilizar un antibiótico en estos casos sólo sirve para exponerte a la disminución de tus propias bacterias buenas, sin ningún beneficio añadido. Y si crees que estás pasando un caso de periodontitis o de absceso es importante que el dentista lo valore, ya que dependiendo de lo que vea podrá darte un antibiótico u otro, o cambiar la dosis o incluso los días de tratamiento. En cualquier caso, recuerda que el dolor puede irse, pero la causa que lo generó sigue allí: cuando tengas dolor de muela no retrases la visita al dentista.

¿Y cómo evito el dolor de muelas?

Muy sencillo: todos los problemas que hemos descrito arriba se evitan con una correcta higiene dental:

  • Cepíllate los dientes luego de cada comida
  • Utiliza pasta de dientes fluorada para evitar la debilidad del esmalte
  • Utiliza hilo dental en vez de escarbadientes u otros elementos que caben entre los dientes, así evitarás lesiones y mantendrás dientes y encías en buen estado.

Y no olvides visitar al higienista dental cada seis meses, ya que hará una higiene profunda de tu boca y removerá placa y restos de comida que no puedas retirar con cepillado e hilo dental.

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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