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Vitamina B1: la tiamina

Vitamina B1: la tiamina

La tiamina, antiguamente denominada vitamina B1, es una vitamina soluble en agua que se aisló y describió en las décadas de 1920-1930. Su carencia, denominada beriberi, es una enfermedad que ya estaba descrita en manuales de medicina china redactados en el año 2600 A.C.

En la segunda mitad del siglo XIX, los primeros experimentos con la dieta de los marineros permitieron identificar que el beriberi estaba ligado a una dieta limitada, y el trabajo con dietas animales permitió confirmar la importancia de la dieta en el beriberi. Hoy conocemos mucho mejor los alimentos en los que podemos encontrar la tiamina y su rol en la salud y en la enfermedad, aunque aún queda investigación por delante para conocerla completamente.

¿Cuál es la función de la vitamina B1 en nuestro organismo?

La vitamina B1 es un cofactor esencial para varias enzimas que participan en las reacciones metabólicas que permiten a las células obtener energía a partir de la glucosa. Si hay glucosa y hay enzimas, pero no hay tiamina, no es posible llevar adelante las reacciones químicas correctamente, de ahí el nombre de cofactor.

También tiene una función importante en el sistema nervioso central, participando en la propagación del impulso nervioso. El mecanismo exacto aún debe ser dilucidado, pero tres enfermedades neurológicas que están relacionadas con la carencia de tiamina confirman su relación con el sistema nervioso central: el síndrome de Wernicke-Korsakoff, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. Aunque solo algunos casos del primer síndrome se curan con tiamina, algunos estudios en animales y en humanos indican que tener niveles adecuados de vitamina B1 en el sistema nervioso resulta en una cierta protección contra el desarrollo de las otras dos.

La tiamina también cumple un rol en la salud vascular de los diabéticos. Los suplementos con tiamina han demostrado ser efectivos en la prevención de problemas cardíacos y neuropatías en modelos animales, y algunos experimentos en humanos han demostrado que la vitamina B1 colabora en la prevención de problemas vasculares y la aparición de proteinuria en diabéticos.

Queda todavía por determinar tratamientos exactos y quiénes se beneficiarían realmente de suplementos con tiamina, pero las investigaciones hechas hasta el momento son prometedoras.

Finalmente, la vitamina B1 ha demostrado una cierta capacidad antioxidante, ya que se produce daño oxidativo en células del sistema inmune y del sistema nervioso cuando hay deficiencia de tiamina.

¿En qué alimentos encontramos la vitamina B1?

La vitamina B1 se encuentra en muchas frutas y verduras en poca cantidad, y solo algunos alimentos son notoriamente más ricos en tiamina. Las fuentes más ricas en la dieta humana son los cereales integrales como el trigo y el arroz, la levadura y el hígado, sobre todo el hígado de cerdo.

Es importante que los cereales sean integrales para ser ricos en vitamina B1, ya que los cereales procesados para dar harinas más blancas pierden el tejido de reserva en el que se almacena la vitamina B1, dando como resultado un alimento mucho más pobre en tiamina.

Hay algunos procesos que complican la obtención de vitamina B1 a partir de los alimentos:

  • La tiamina se destruye con el calor, por lo que una parte del contenido de la vitamina B1 se pierde con la cocción. Por ejemplo, el pan puede perder hasta un 35% de tiamina durante el proceso de horneado.
  • Los hidroxipolifenoles presentes en el té reaccionan con la tiamina, transformándola en un compuesto no absorbible por el cuerpo humano.
  • Algunas enzimas presentes en el pescado fresco, llamadas tiaminasas, pueden destruir la tiamina presente en otros alimentos. Algunos ejemplos de pescado con tiaminasas son el atún claro o “de aleta amarilla” y las almejas.

La vitamina B1 se absorbe y se excreta con relativa rapidez. Una persona que no reciba vitamina B1 en su dieta pierde sus reservas en pocas semanas.

¿Por qué puedo tener déficit de vitamina B1?

Necesitamos aproximadamente 1,0-1,5 mg de tiamina diarios para cubrir las necesidades de un adulto. La deficiencia de vitamina B1 puede provenir de una dieta pobre en tiamina (la mayoría de los casos) o por algunos problemas que cambian las necesidades de tiamina del organismo.

La obesidad relacionada con un alto consumo de carbohidratos y glucosa aumenta la demanda de tiamina para metabolizar el azúcar, con lo que las personas obesas tienen menos vitamina B1 libre circulando en sangre que las personas no obesas.

Los alcohólicos tienen problemas con la tiamina, ya que esta enfermedad cambia la dieta de la persona llevando a un menor consumo de tiamina, el alcohol evita la correcta absorción de tiamina, y aumentan los requerimientos para una correcta metabolización de la bebida alcohólica. Existen otras condiciones, pero son más raras y suelen responder bien a la suplementación con tiamina.

¿Qué efectos tiene el déficit de vitamina B1 en el cuerpo?

Hay dos estadios diferenciados en la carencia de vitamina B1 por motivos dietarios. Al principio hay síntomas “generales” como la falta de apetito, falta de concentración, dolor muscular y debilidad, dolor de espalda, y fatiga general. Si la carencia no se corrige en este estadio se agrava el cuadro y aparece el beriberi, caracterizado por anorexia, agrandamiento cardíaco, debilidad muscular que llega a la descoordinación de movimientos importantes al tragar o mover las extremidades, y otros síntomas que pueden variar según el tipo clínico de beriberi.

El beriberi dietario fue muy común hasta comienzos del siglo XX, sobre todo en sociedades que basaban su dieta en el arroz blanco en vez de utilizar arroz integral. Hoy en día es muy poco frecuente gracias a las mejoras en nuestra dieta y al uso de alimentos fortificados en vitamina B1.

Suplementación con vitamina B1

Una buena dieta aporta la cantidad de tiamina necesaria para el correcto desarrollo del cuerpo humano, pero en los casos en los que es necesario complementar la dieta la tiamina suele ser bien tolerada. Dosis de 300 mg/día por vía oral se han utilizado sin problemas para tratar el beriberi o el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Es difícil hacer una sobredosis de tiamina, pero igualmente te recomendamos que hables con tu farmacéutico de confianza antes de comenzar una suplementación en dosis altas por tu cuenta.

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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