Salud

¿Qué información aparece en una caja de medicamentos?

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¿Qué información tiene la caja de un medicamento?

¿Te has preguntado alguna vez por qué hay tanta cajita en la farmacia? ¿No sería más fácil que nos dieran las pastillas en frascos o blisters, para ahorrar papel y cartón? Aunque parezca atractivo dejar de usar cajas para los medicamentos, como hacen en otros países, por ahora se quedarán con nosotros porque tienen cierta utilidad.

La caja de un medicamento cumple estas funciones básicas:

  • Protección. Protege al medicamento de golpes, suciedad, luz, y otras agresiones del medio ambiente. Gracias a la caja se puede transportar al medicamento con comodidad en cubetas o cajas.
  • Información. Mucha información respecto al medicamento está disponible rápidamente en la caja. Aunque también la verás en el prospecto, lo imprescindible se ve en la caja.

¡Y el diseño de la caja no es cualquiera! El diseño del envase es parte del dossier del medicamento que se presenta al Ministerio de Sanidad para autorizar la comercialización de un medicamento, y cualquier cambio que se le haga debe ser informado y autorizado por el Ministerio. Si quieres, te invitamos a que cojas una caja de un medicamento que tengas en casa, así sigues este artículo con la cajita en la mano y aprendes a mirar bien toda la información que tiene.

¿Qué información se pone en la caja de un medicamento?

La caja de un medicamento lleva la siguiente información:

  • Identificación del medicamento. Hay varios elementos que identifican a un medicamento.

a) El nombre comercial (ej: “Gelocatil®”) y la molécula (“paracetamol”)

b) La forma farmacéutica y la dosis (“comprimidos 1 gramo”).

c) La vía que se debe utilizar (oral, vaginal, rectal, intramuscular…). En algunos casos puede ser más de una (por ejemplo, el Progeffik se puede ingerir o colocar en la vagina).

d) Los destinatarios (“adultos y mayores de 12 años”)

e) La ley prevé la utilización del idioma Braille, aunque esto no siempre se cumple.

f) Los medicamentos, además, se identifican a través de un número de seis cifras, una especie de DNI, llamado Código Nacional.

g) Finalmente, también se debe identificar al titular de la comercialización del medicamento.

  • Composición del medicamento. Además de la molécula/s que componen un medicamento es obligatorio declarar los excipientes, sobre todo aquellos que pueden ser un problema para ciertas poblaciones. Como ejemplo de excipiente de declaración obligatoria encontramos al azúcar, el gluten, los colorantes, o ciertos conservantes. Así, diabéticos, celíacos o alérgicos pueden saber rápidamente si pueden o no utilizar un medicamento.
  • Lote y fecha de caducidad. Esta información es fundamental, ya que permite identificar medicamentos caducados o que han sido retirados del mercado por algún motivo. Esta información está por duplicado: está impresa en un texto legible por los humanos y está incluida en el código QR presente en todos los medicamentos que requieren receta médica.
  • Condiciones de utilización y conservación. La caja indica si el medicamento debe ser desechado un tiempo luego de abierto, si requiere nevera, si se debe proteger de la luz, o si existe alguna otra condición especial para ser usado.
  • Advertencias varias. Algunas van en todos los medicamentos, como “Manténgase lejos del alcance de los niños” o el logo del SIGRE para recordarte que los medicamentos no se deben tirar a la basura, sino que se tiran en el punto SIGRE de la farmacia para su correcta eliminación. Otras dependen de la molécula, como la alteración de la capacidad de conducción o si es fotosensibilizante.
  • Condiciones de prescripción y dispensación. A través de diferentes siglas, símbolos y textos, una caja informa de cómo y quién puede prescribir o dispensar un determinado medicamento. Por ejemplo, hay medicamentos que sólo se recetan y dispensan en hospital, otros que se recetan en el hospital pero se dispensan en la farmacia, y otros que te los pueden recetar los médicos de familia del CAP. Y también existen medicamentos que no requieren receta; son los que te podemos dar los farmacéuticos para problemas de salud que no requieren seguimiento médico.
  • Cupón precinto. Es la prueba física de que hemos dispensado un medicamento y se adjunta a las recetas para que el CatSalut o las mutuas paguen la parte del precio que corresponda. Hay uno en todas las cajas de medicamentos que el SNS financia. En los próximos años se prevé que desaparezca, sustituyendo el cartón físico con un procedimiento informático asociado al número identificativo único que trae el código QR.
  • Espacio en blanco. Puede ser de mayor o menor tamaño, pero está previsto que las cajas tengan un espacio para que el farmacéutico haga anotaciones: cuántas veces al día, a qué hora, en ayunas o con comida, etc.

Caja de medicamentos

Todo esto está regulado por varios reales decretos; si te interesa profundizar puedes leer el texto consolidado del Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente. Verás que está todo muy bien regulado: se describen los dibujos, el significado de las siglas y los símbolos, y en algunos casos hasta el tamaño de la letra en que se deben escribir algunos textos.

¿Por qué tanta información?

Porque, después del prospecto, la caja es la segunda gran fuente de información respecto al medicamento. Allí está todo lo básico para que utilices un medicamento. Gracias a la caja sabes rápidamente si puedes tomarlo o si un excipiente te hará daño, cuándo tomarlo, cómo se usa, cómo se conserva, y cómo y cuándo debes tirarlo.  Así estás protegido como consumidor de forma redundante: tienes casi todo lo importante en el prospecto, si lo pierdes te queda la caja, y lo último y más básico está en el acondicionamiento que contiene directamente al medicamento.

¿Cuáles son los signos y símbolos que podemos encontrar en una caja de un medicamento?

En una caja puedes encontrar alguno de estos símbolos:

  • Círculo blanco con borde negro: Venta con receta médica. La receta se guarda durante tres meses.
  • Círculo mitad blanco y mitad negro: este medicamento es un psicótropo. La receta médica en papel se guarda durante dos años, y se guarda un registro de la venta en el libro recetario.
  • Círculo negro: estupefacientes. Cuando no es receta electrónica se requiere una receta oficial de estupefacientes y debe guardarse durante 5 años. También se guardan los datos de la venta en el libro recetario.
  • Estrellita: conservar en nevera.
  • Coche adentro de un triángulo rojo: altera la capacidad de conducción. Conducir bajo los efectos de un medicamento con este logo no es conveniente.
  • Cruz verde envuelta en una flecha circular: es el logo del SIGRE, y se pone para recordarte que ese medicamento no debe ir a la basura sino que debe ser llevado a la farmacia para su correcta disposición.
  • Triángulo que adentro tiene un sol con una nube: es el pictograma de fotosensibilidad, pero ya no se pone. Es posible que tengas una caja antigua que lo lleva, pero si comparas con una nueva verás que ya no lo llevan.

¿Y las siglas?

Las siglas posibles son las siguientes:

  • H: medicamento de uso hospitalario. Hay medicamentos que no llegan a las farmacias comunitarias y se dispensan en el hospital, como los medicamentos para tratar la infección por VIH.
  • DH: medicamento de diagnóstico hospitalario. Se utiliza en medicamentos que deben ser recetados por un especialista de hospital, debido a la patología que trata o al perfil de uso que se le da.
  • MTP: medicamento tradicional a base de plantas. Con esta sigla diferencias los productos a base de plantas que han sido tratados como medicamentos de los que han sido tratados como complementos alimentarios.
  • Categoría derogadas: hay algunas siglas antiguas que ya no se ven en cajas nuevas de medicamentos, pero puede que en casa aún tengas una cajita que las lleva. Entre ellas encontramos ECM (especial control médico), EFP (los medicamentos publicitarios, como Almax® o Iberogast®) y EFG (los genéricos).  Se han derogado porque ya no se consideraban necesarias.

Como ves, la información es mucha y muy variada, útil para ti y útil para nosotros.  De cualquier manera seguiremos recomendándote que guardes el prospecto; la información allí es mucho más completa y extensa. Y recuerda, cuentas con nosotros para cualquier duda que te generen tus medicamentos.

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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