Salud

El herpes genital

¿Qué es el herpes genital? Síntomas y tratamientos

El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual y se trata de la enfermedad de transmisión sexual ulcerosa más frecuente en el mundo: la OMS calcula que cerca del 13% de la población mundial menor de 50 años está infectada por el VHS-2.

Esta suele estar causada por el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2) aunque también se conocen algunos casos causados por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Se manifiesta con unas ampollas muy características que molestan, pican o duelen y que suelen aparecer y desaparecer de forma cíclica. A continuación hablaremos sobre los síntomas, el tratamiento, el autocuidado y la prevención del contagio del herpes genital.

¿Qué es el herpes genital?

El herpes genital es una infección causada por virus de la familia herpesvirus. Durante mucho tiempo se observó que el herpes genital estaba causado por el virus del herpes 2 (VHS-2) y el herpes oral estaba causado por el VHS-1. Debido al aumento de la práctica del sexo oral se ha visto que los casos de herpes genital con VHS-1 están en aumento.

Estos virus entran en las células y utilizan la maquinaria celular para crear nuevas copias del virus. Hay infecciones que son asintomáticas (se calcula que hasta un tercio del total) pero en el resto de casos, pueden tener los siguientes síntomas:

  • Ampollas en la zona genital. En las mujeres se ven sobre todo en vulva y vagina, aunque pueden aparecer en la zona cervical o alrededor del ano. En los hombres aparecen lesiones, sobre todo en el glande y el cuerpo del pene, pudiendo aparecer en la zona perianal.
  • Úlceras o heridas muy dolorosas en las mismas regiones de las ampollas.
  • Picor en la zona genital.
  • Dolor al orinar, sobre todo al pasar la orina por la piel lastimada.
  • Inflamación de los ganglios genitales.
  • Fiebre o febrícula.
  • Malestar general.

¿En qué forma aparecen en el cuerpo?

Las ampollas y úlceras son la forma que tiene el virus para liberar nuevas copias al exterior, de ahí que el líquido de las ampollas sea muy infectivo. Luego de la primera infección activa, las heridas cicatrizan y el virus migra a través de las terminaciones nerviosas hasta llegar a los ganglios genitales, donde se enquista y se protege del sistema inmune de la persona.

Se genera un equilibrio entre el virus y el sistema inmune que permite que el virus viva latente sin causar síntomas hasta que el estrés, factores ambientales o cualquier cosa que baje las defensas del paciente permitan una reactivación de la infección. En ese momento, es cuando el virus vuelve a viajar a través de los nervios hacia la piel, donde vuelve a reproducirse y causar una infección activa: a esto se le llama un “brote” o “reactivación” de la enfermedad. Será el sistema inmune del paciente el que determine si la infección cursa con síntomas o es asintomática.

El Herpes genital, ¿es una infección de transmisión sexual? ¿Cómo es el contagio?

Sí. El contacto con el líquido de las ampollas es lo que permite la expansión del virus de persona a persona. La infección comienza entre 2 a 15 días luego del contacto, pero muchas veces es asintomática y la persona no sabe que está infectada hasta que hay una reinfección. El preservativo o el cuadrante de látex pueden disminuir el riesgo de transmisión pero no al 100%: las zonas infectivas pueden estar por fuera del área cubierta con el látex, permitiendo el contagio. Es por esto que se recomienda abstinencia sexual durante los brotes que cursan sin dolor.

El virus es muy inestable en condiciones ambientales y sobrevive poco tiempo en superficies húmedas, con lo que el contagio por vías diferentes a la sexual cuando hay buena higiene es casi nulo. Fuera de esta vía, las otras dos formas de contagio probadas son la intrauterina (bebé que se contagia estando aún en el útero materno) y la perinatal (bebé que se contagia en el momento del parto).

Aún no existen vacunas contra el herpes genital, pero están siendo investigadas.

¿Qué hacer si tienes síntomas compatibles con el herpes genital?

Si tienes síntomas compatibles con un brote de herpes genital, es importante ir al médico para que te revisen y tengas un diagnóstico correcto. Aunque los síntomas son muy típicos, hay otras enfermedades que se manifiestan con úlceras y/o ampollas en la región genital, y es el médico el profesional cualificado para realizar el diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado. El tratamiento suele consistir en:

  • Antivirales por vía oral. Aciclovir, valaciclovir o famciclovir son los antivirales utilizados en estos casos. Son medicamentos que interfieren con la síntesis de ADN del virus, evitando su reproducción. Se utilizan como tratamiento para acortar los días de infección y como profilaxis (tratamiento preventivo de brotes) pero son incapaces de eliminar la infección. Los días y la dosis depende de si hablamos de primera infección, recurrencia, o situación del paciente (embarazo, inmunosupresión, etc.). No se suelen recomendar antivirales tópicos (crema de aciclovir) por su baja efectividad y porque se asocia a mayor desarrollo de resistencia al tratamiento, pudiendo ser útiles en casos muy leves.
  • Foscarnet por vía intravenosa. En casos de inmunosupresión o mala respuesta a los análogos de bases nucleicas se utiliza el foscarnet, un antiviral que impide la síntesis de nuevos virus por un mecanismo diferente al de los análogos de las bases nucleicas.
  • Analgésicos por vía oral. Paracetamol e ibuprofeno son los dos analgésicos más utilizados en estos casos.
  • Crema con lidocaína. La lidocaína es un anestésico que puede calmar el dolor. Complementa el tratamiento de los antivirales por vía oral, pero no es un tratamiento que disminuya los días de infección. 

En tu farmacia de confianza pueden ayudarte a paliar los síntomas y a utilizar adecuadamente la medicación, además de recomendarte medidas higiénico-dietéticas que ayudan a pasar mejor los días hasta la curación.

¿Hay otros cuidados además de los medicamentos?

Otros cuidados recomendados además de la medicación suelen ser:

  • Limpieza adecuada de la zona. Puedes utilizar solución salina o jabones íntimos adecuados para la situación. Tu farmacia de confianza puede recomendarte alguno que te pueda servir. Seca la zona haciendo “toques” con la toalla o si esto duele mucho, dejando los genitales al aire libre. Te recomendamos el jabón íntimo de ecovital sens o el gel limpiador de uso diario de Cumlaude.
  • En el caso de las mujeres se recomienda orinar con los genitales sumergidos en agua tibia o en solución salina separando los labios, para que baje el dolor al orinar. Los hombres pueden hacer lo mismo o rociar agua fresca en el pene.
  • Utilizar Herpopro®. Este producto es un hidrolizado de caseína (una proteína) que ayuda a reducir el tiempo de curación de las lesiones por herpes y aumenta el tiempo entre recidivas.
  • Geles de cuidado externo. Pueden ayudar a reparar la piel una vez que comienza la curación. Consulta la gama de hidratantes externos de Cumlaude.
  • No utilizar productos en la zona sin hablar con un profesional de la salud. Muchas cremas adecuadas para picor o para cicatrizar heridas no son adecuadas en caso de herpes genital. Tu farmacéutico puede ayudarte a identificar qué es adecuado para ti y qué no lo es.  

Y sobre todo evita el rascado, ya que el rascado empeora las lesiones. Si tienes mucho picor puedes aplicar compresas frescas en la zona genital (no heladas, pero sí frías o frescas) así como recurrir a ropa interior de algodón holgada.

¿Cuándo hay que hablar con el médico?

Es importante hablar con el médico cada vez que hay un caso nuevo de herpes genital. En la farmacia podemos ayudar con los síntomas iniciales y con medidas de autocuidado para reducir las molestias, pero es fundamental que el médico intervenga para recetar el medicamento más adecuado y en la dosis más adecuada. Es muy importante hablar con el médico en los siguientes casos:

  • Síntomas que empeoran a pesar de utilizar antivirales e implementar los cuidados personales adecuados.
  • Llagas que no sanan.
  • Brotes durante el embarazo. El contagio del feto puede llevar a daño permanente del bebé (ceguera, daño cerebral) o incluso a un aborto, con lo que la atención debe ser rápida en este caso. Si sabes que has tenido brotes previos y estás embarazada, es importante comentarlo con el médico para decidir si instaurar o no un tratamiento profiláctico.

Puedes consultar otras enfermedades de transmisión sexual en otra entrada de nuestro blog. Y recuerda que, si tienes dudas en tu tratamiento o prevención de contagio, tu farmacia de confianza puede ayudarte a resolverlas.

 

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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