El agua micelar es un producto cosmético que no deja indiferente a nadie. Todos tenemos nuestra opinión, ya sea porque nos encanta o porque lo odiamos. Pero ¿qué exactamente el agua micelar? ¿Cómo funciona? ¿Qué ventajas y desventajas tiene el uso de agua micelar? Hablamos de todo esto en este artículo.
¿Qué es el agua micelar?
El agua micelar es un cosmético limpiador. Tiene textura acuosa, ligeramente jabonosa y se utiliza junto con un algodón para arrastrar el maquillaje y la suciedad. Puede ser un producto exclusivamente limpiador o puede tener propiedades específicas para un cierto tipo de piel: existen aguas micelares hidratantes (Eucerin Dermatoclean Hyaluron), antiacné (La Roche Posay Effaclar) o blanqueantes (Bioderma Pigmentbio H2O).
Pero lo que siempre tienen en común las diferentes aguas micelares es que son productos limpiadores formulados para ser utilizados sin aclarado.
¿Cómo funciona el agua micelar?
El nombre micelar viene de micelas, unas estructuras formadas por las moléculas limpiadoras en solución acuosa. Los surfactantes (el nombre “oficial” de las moléculas limpiadoras) son moléculas compuestas por dos partes:
- Una zona afín al agua llamada zona hidrófila, que es la que permite que la molécula se asocie con el agua del cosmético.
- Una zona afín a la grasa y a la suciedad llamada “zona hidrófoba”, que repele el agua y es la que se asocia al sebo, al maquillaje y a las impurezas.
Estas dos zonas generan una molécula peculiar, capaz de asociarse con agua y con aceite a la vez. Cuando la cantidad correcta de surfactante se disuelve en agua se forman micelas, unas estructuras esféricas en las que la zona hidrófila está hacia el exterior (donde está el agua) y la zona hidrófoba se dispone hacia el interior. Esto pasa por un tema de energía: es más cómodo para el sistema que se asocien las zonas hidrófilas con el agua y las zonas hidrófilas entre ellas mismas, a que las moléculas queden dispersadas en la solución asociándose las zonas hidrófobas con el agua.
Estas micelas se mantienen hasta que vertimos el cosmético en el algodón: el algodón, que tiene una estructura afín a las zonas hidrófilas del surfactante, se une al surfactante por la zona hidrófila y deja libre las zonas hidrófobas para captar y arrastrar la suciedad.
¿Cuáles son las ventajas del agua micelar?
El uso de agua micelar tiene varias ventajas:
- No necesita aclarado, por lo que evita un paso en la rutina. Es ideal para viajes en los que no confías en la calidad del agua o para llevar en el bolso y retocar la higiene a lo largo del día.
- Suele formularse para uso en cara y ojos.
- Puede prepararse con activos específicos, actuando como un producto de higiene y tratamiento a la vez.
- El uso de algodón o esponjas de diferentes texturas permite realizar una cierta exfoliación o una limpieza más delicada según el día.
- Es ideal si te gusta la limpieza doble, pues retira muy bien el limpiador más pesado de la primera limpieza.
- Si te has equivocado con el maquillaje es un excelente corrector para zonas pequeñas. Un poco de agua micelar en un bastoncillo corrige errores como “salirse con el pintalabios” o “pasarse con el delineador”.
- Es un excelente limpiador para la mañana, si eres de los que se ducha por la noche, pues refresca y limpia las impurezas de la noche.
¿Cuáles son las desventajas del agua micelar?
Como todo en esta vida, nada es perfecto. El agua micelar tiene algunos “contras”:
- Rara vez sale toda la suciedad con un disco de algodón solamente. Es usual necesitar varios, sobre todo si utilizas maquillaje muy cobertor.
- Muy rara vez un agua micelar retira maquillaje a prueba de agua. En estos casos necesitarás un demaquillante para productos a prueba de agua además del agua micelar de elección.
- Puede que notes un cierto residuo en el rostro. No pasa con todas las marcas y no lo notan todas las personas, pero si lo notas puede ser molesto y es mejor retirarlo con agua.
- El pH del agua micelar, para que no irrite al suele estar alrededor de 7. Pero el pH ideal de la piel es 5.5 y, aunque la mayoría de las pieles toleran este cambio, algunas pieles muy muy sensibles pueden reaccionar.
- Los surfactantes, aunque muy suaves, pueden llegar a irritar la piel. Si notas que la piel queda “molesta” después del agua micelar, es mejor aclarar con agua.
El mayor problema es asegurar la limpieza profunda, sobre todo en rostros con mucho maquillaje o muy expuestos a la polución ambiental. Puede requerir muchas pasadas para limpiar en profundidad, con lo que resulta agotador y acabas con la piel “a medio limpiar”.
Entonces ¿la usamos o no la usamos?
Puede que los pros puedan más que los contras en tu caso y adores el agua micelar, o puede que los contras pesen más y prefieras un limpiador clásico. Lo importante es sentirte cómoda con tu rutina de higiene: si el agua micelar se adapta a ti, bien, y si no, puedes utilizar lociones, geles, aceites o espumas. Y si tienes alguna duda sobre la mejor rutina de limpieza para tu piel pide consejo en tu farmacia de confianza: los farmacéuticos estamos cualificados para ayudarte a encontrar la rutina y los productos que se adaptan a tus necesidades.
Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).
Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.
Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.
En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.