El colesterol alto en la población infantil es una situación que requiere atención pues, sin los tratamientos adecuados, el riesgo de que el niño tenga problemas cardiovasculares a lo largo de su vida es mayor. En este artículo te hablaremos de la hipercolesterolemia infantil: ¿Cómo y cuándo se diagnostica? ¿Qué se puede hacer para tratarla? ¿Qué medicamentos existen?
¿Qué es la hipercolesterolemia?
Se dice que tenemos hipercolesterolemia cuando los niveles de colesterol en sangre superan aquellos que se consideran adecuados. Se miden el colesterol total, el colesterol HDL (“el colesterol bueno”) y el colesterol LDL (“el colesterol malo”), aunque también se pueden mirar los triglicéridos para tener una visión más clara del metabolismo de las grasas y así diagnosticar una dislipemia. Es importante controlar estos valores porque se ha visto que, cuando el colesterol sube por encima de cierto nivel, aumenta el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares.
¿Qué se considera un valor de colesterol elevado para los niños?
En los niños los valores que se consideran elevados en los niños son:
- Por encima de 200 mg/dl para el colesterol total.
- Por encima de 130 mg/dl. para el colesterol LDL.
- Para los triglicéridos se establece un límite superior de 100 mg/dl para niños menores de 9 años y de 130 mg/dl para niños a partir de 10 años.
La hipercolesterolemia puede estar causada por muchos factores: genética que determina tener un colesterol más alto de lo normal, uso de medicamentos que altera el metabolismo de los lípidos, obesidad, diabetes, procesos autoinmunes… muchos casos se resolverán atacando la causa detrás de la hipercolesterolemia (dejar el medicamento, perder peso, etc.) pero otras veces habrá que instaurar un tratamiento específico.
¿Cuándo se valora si un niño tiene hipercolesterolemia?
Hay algunos momentos clave en los que el pediatra busca si el niño tiene hipercolesterolemia:
- Niños y niñas entre los 9-11 años y entre los 17-21 años. A estas edades el colesterol en sangre correlaciona bien con el colesterol que tendrán de adultos, por lo que hay guías clínicas que recomiendan analizar el colesterol a todos los niños de estas edades.
- Niños y niñas mayores a 2 años con factores de riesgo. Entre ellos encontramos el sobrepeso, el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, el consumo alto de grasas, vida sedentaria, presencia de xantomas (depósitos abultados amarillos en la piel), familiares con historial de problemas cardiovasculares que aparecen antes de los 55 años, o antecedentes familiares de hipercolesterolemia.
Si los niveles de colesterol están por encima de los ideales, el médico indicará medidas higiénico dietéticas y, en algunos casos, fármacos.
¿Qué podemos hacer si un niño tiene colesterol alto?
Las primeras medidas a tomar tienen que ver con el estilo de vida del niño:
- Dieta acorde a su situación. En líneas generales se puede hablar de una dieta mediterránea, evitando bollería y ultraprocesado. Evitar completamente las grasas es perjudicial, ya que puede que falten nutrientes liposolubles como vitamina y ácidos grasos. Un nutricionista será de gran ayuda, porque puede optimizar el proceso de cambio de hábitos considerando el punto de partida del niño y de la familia.
- Favorecer el ejercicio físico, evitando el sedentarismo. Es importante incorporar el ejercicio en la vida diaria para llevar una vida activa, no solamente concentrar el ejercicio un sábado o domingo. Considerar caminar en la medida de lo posible, usar las escaleras en vez del ascensor, ir en bicicleta al colegio si se puede, y tratar de hacer al menos una hora de ejercicio diaria, limitando el ocio a través del móvil y del ordenador.
- Eliminar factores de riesgo como el tabaquismo, si estuviera presente.
- Educar en salud, adaptando el mensaje a la edad del niño.
Estos cambios son fundamentales, ya que son la primera línea de tratamiento. Si esto falla se puede considerar el uso de medicamentos.
¿Qué medicamentos se usan para la dislipidemia y la hipercolesterolemia infantil?
La lista de medicamentos autorizados para los niños incluye:
- Estatinas: son la primera línea de tratamiento. Evitan que nuestro cuerpo sintetice colesterol, manteniendo baja la cantidad en sangre. Suelen iniciarse progresivamente para evitar efectos adversos.
- Ezetimiba: se usa para complementar las estatinas o en monoterapia cuando no se toleran las estatinas. Impide la absorción del colesterol a nivel intestinal y dificulta su transporte en el organismo, por lo que complementa bien a las estatinas.
- Fibratos: el gemfibrozilo y el fenofibrato son reguladores del metabolismo lipídico que se utilizan sólo cuando hay triglicéridos mayores a 500 mg/dl, no son de uso generalizado.
- Evolocumab: es un medicamento nuevo, autorizado para niños mayores a 12 años con un tipo muy particular de hipercolesterolemia (hipercolesterolemia familiar homocigótica). Impide la acción de una proteína muy específica, la PCSK9, permitiendo que baje el nivel de colesterol LDL. Se puede añadir si los demás medicamentos no logran el beneficio deseado, pero no es primera línea de tratamiento.
- Resinas: se han dejado un poco de lado por su eficacia limitada, aunque la colestiramina pueden ser de utilidad en algunos casos.
- Los productos naturales, como la levadura roja de arroz o la niacina, tienen evidencia mucho más limitada para su uso en niños que para su uso en adultos. No suelen entrar en las guías de tratamiento infantil.
Finalmente, es importante recordar que la medicación siempre se debe utilizar implementando los cambios recomendados en el estilo de vida; medicación, dieta y ejercicio darán el mejor resultado de salud posible para el niño.
Esta información que te hemos dado es de carácter general. Será el pediatra el que ajuste el tratamiento de acuerdo a las necesidades del niño, tanto farmacológico como no farmacológico. Y no tiene por qué ser el mismo tratamiento para cada niño, ya que depende fuertemente de la historia clínica personal, la historia familiar, y su estilo de vida. Si tienes dudas cuenta con tu farmacéutico, con el pediatra, y con el nutricionista del niño; entre todos te apoyaremos para que comprendas la razón de los cambios a realizar y puedas implementarlos lo mejor posible.
Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).
Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.
Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.
En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.